En materia de logística, Colombia es uno de los países más atrasados de América Latina. El transporte de carga por carretera encarece los costos de las empresas.
El paro de los transportadores de
carga por carretera, nuevamente puso sobre el tapete el
tema crítico de la competitividad del país. En materia logística, Colombia es
una de las economías más atrasadas y costosas de América Latina.
De acuerdo con el reporte del
Doing Business del Banco Mundial, exportar un contenedor en Colombia tiene un
costo de 2.160 dólares, muy por encima de México (1.677 dólares) y casi el
triple de lo que vale en Chile (685 dólares) o Perú (788 dólares). Sale más
costoso enviar mercancías del centro del país hacia un puerto de la costa Atlántica,
que de allí hacia China.
Según el Informe de
Competitividad entre 160 países, Colombia ocupa el puesto 97 en desempeño
logístico, por debajo de Perú, Brasil, México, Panamá y Chile. Entre las causas
de este comportamiento están la dificultad de enviar mercancías a precios
competitivos; los problemas para que estas lleguen a su destino; la falta de
seguimiento y localización de los envíos, y los trámites aduaneros, entre
otros.
Después de Nicaragua, Colombia es
el segundo país de América Latina con el parque automotor más viejo. La edad de
la flota en el país es de 21 años, frente a Chile que es de 10, o Perú, Argentina
y Brasil que es de 13 años.
Rosario Córdoba, presidenta del
Consejo Privado de Competitividad, sostiene que los costos del transporte de
mercancías en el país son los más altos de América Latina, lo que impacta
negativamente la productividad del sector privado. “Un país donde no opera la
libre competencia es un país que está condenado porque no hay mejoras en
productividad ni incentivos para ser más eficientes”, dijo la directiva.
El Consejo Gremial Nacional coincidió
en que Colombia debe hacer esfuerzos para mejorar sus costos logísticos, razón
por la cual no se debe retroceder en la política de modernización del sector
transporte.
De allí la preocupación e
incertidumbre del sector privado con las actuales peticiones de los
transportadores. Hace cinco años el gobierno logró eliminar la tabla de fletes
y hoy el sector pide revivirla, lo que para los empresarios sería volver al
pasado.
Los transportadores en paro se
quejan de la sobreoferta de vehículos y la pérdida de rentabilidad, pues aducen
que los fletes no cubren el valor de todos los costos, entre los que se
incluyen gasolina, peajes, pagos de seguros, mantenimiento del vehículo, compra
de repuestos, entre otros.
Adicionalmente, exigen poner en
marcha una política de chatarrización, que fije precios justos por cada camión
o tractocamión que sale del mercado. En este tema hay un gran debate porque el
gobierno reconoció que hubo irregularidades en la chatarrización de cerca de
20.000 vehículos, cuyos recursos fueron pagados a los propietarios pero que
siguen andando por las carreteras del país.
El asunto es que el parque
automotor de carga por carretera está sobredimensionado y se requiere un
ajuste. Actualmente hay 370.000 vehículos, de los cuales hay un excedente
cercano al 15 por ciento.
Mientras los empresarios
advierten que este paro no puede terminar empeorando la ya crítica situación de
la logística, los colombianos comienzan a sufrir las consecuencias del
movimiento. Hay desabastecimiento en algunas regiones y alzas en los precios de
los alimentos. El comercio exterior se ha visto afectado por los problemas para
evacuar las mercancías que llegan del exterior. El puerto de Buenaventura, por
ejemplo, tiene copada su capacidad en 98 por ciento y la Dian le tuvo que
habilitar nuevas áreas de almacenamiento para evitar su colapso. La parálisis de
los transportadores llevó a los principales gremios del país a lanzar una voz
de alerta sobre las pérdidas para los sectores productivos cercanas a los
800.000 millones de pesos.
Una real solución a los problemas
del transporte de carga pasa por un verdadero ajuste del sector, pues las
condiciones del mercado han cambiado. Esto lo deben entender los propios
camioneros. Pero el gobierno también debe saber que no puede apagar con paños
de agua tibia, el incendio que se prende cada año.
Fuente: semana.com