El cuello de botella del transporte de carga en Colombia



Finalizando el año 2014, Juan Carlos Rodríguez, presidente de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (COLFECAR), había señalado para el portal web de la Revista Dinero que el crecimiento obtenido durante esos 12 meses en materia de transporte de carga fue del 4,94% en comparación con el 2013. Esta cifra equivale a 95,74 millones de toneladas de carga movilizadas.

Rodríguez también dijo que la facturación de este sector registró un alza de 4,47%, lo cual indica que se obtuvieron ganancias por $10,75 billones. Esto se suma a la reducción de 0,75 puntos porcentuales de costos operativos que están conformados por los salarios de los transportadores, prestaciones y comisiones, llantas neumáticas, costo de capital, filtros y lubricantes, mantenimiento y reparación.
A pesar del panorama que describe el líder gremial, los transportadores tienen otra percepción y su inconformismo se manifestó en el paro del pasado mes de febrero. Entonces, cabe hacerse una pregunta, ¿cuál es el verdadero panorama del sector de transporte de carga en Colombia?

¿QUÉ DICE EL GOBIERNO?

En su informe del año 2014, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) señaló que el Índice de Costos de Transporte de Carga por Carretera (ICTC) “presentó una variación de 2,51%, superior en 3,19 puntos porcentuales frente a la obtenida en el año anterior, cuando fue de -0,68%”.

El DANE también agregó que en este periodo el costo de capital obtuvo la mayor variación positiva con un 8,03%, mientras que las únicas variables negativas se presentaron en los costos por impuestos (-1,22%) y de llantas de tracción (-1,17%).

Además, el ICTC reveló que otro de los grupos de costos que más variaciones positivas arrojó fue el de partes y piezas del diferencial rodamiento y retenedores, con un 1,83%. Sin embargo, las únicas variaciones negativas se observaron en los subgrupos de combustibles (-1,25%) y en el servicio de mantenimiento y reparación (-0,21%).

Según lo anterior, el Gobierno demuestra que si bien las variaciones presentadas en el gremio estuvieron al alza, factores de gran importancia como impuestos, combustibles y mantenimiento han presentado dificultades para los diferentes actores del sector.

Es bueno señalar que desde el 2011 rige el Decreto 2092, el cual regula las relaciones económicas entre los diferentes actores del transporte de carga por carretera. Y en el 2013, el Ministerio de Transporte generó el Decreto 2228, una modificación a la anterior norma que “exige por parte del Ministerio de Transporte realizar el monitoreo al comportamiento de los mercados relevantes en el transporte de carga por carretera, para intervenir en los casos que presenten fallas, y que se hace necesario conocer el comportamiento de los valores a pagar y de los fletes, para así efectuar el monitoreo de toda la cadena de transporte terrestre automotor de carga”.

LOS PRECIOS DE LA DISCORDIA

Mientras el Gobierno señala un crecimiento económico en el sector, los precios de fletes, combustibles y peajes tienen a los transportadores inconformes, a tal punto que en febrero volvieron a parar su trabajo. Según ellos, las cifras positivas no los están beneficiando. “Esas ganancias las disfruta el que produce (remitente de la carga), porque uno como transportador está en déficit, uno está trabajando a pérdida”, afirma Alfonso Caraballo, transportador de materiales para fundición.

A continuación, un análisis de los factores que motivaron el más reciente paro de transporte:

Fletes

El precio de los fletes varía según el tipo de carga, el tamaño del contenedor y la distancia entre los puntos de cargue y descargue. Sin embargo, el estudio Doing Business 2014 del Banco Mundial4 sacó un promedio general de costos del transporte de carga interno; para el caso colombiano, se calcula en USD 2.335.

Para los transportadores, el precio de los fletes no alcanza a cubrir los gastos de viaje: “Un 30% se lo quedan las empresas y el 70% restante se lo dan al transportador para que pague cargues, descargues, peajes, combustible”, relata Caraballo. Y agrega: “Un viaje de Cali a Bogotá con el carro que yo trabajo cuesta en promedio un millón 200 mil pesos; al transportador le dan 700 mil de anticipo, casi lo que gasta en el viaje”. Además, asegura que algunas empresas ofrecen un paquete de 10 viajes y terminaban cobrando nueve, lo cual genera un beneficio para ellas pero no para el transportador, quien estaría otorgando una jornada de trabajo gratuita.

En relación con lo anterior, Alejandra Baquero, presidenta de la Asociación de Transportadores de Carga (ATC), dijo en una entrevista para Cosmovisión Noticias que incluso algunas empresas estaban viéndose afectadas por este factor: “De ida, un viaje de Medellín a Cartagena está costando un millón ochocientos, nos gastamos millón cuatrocientos en combustible y 260 mil pesos en peajes, entonces son millón seiscientos sesenta en solo gastos; nos quedan 130 mil pesos para pagarle al conductor, pagar su seguridad social y los cargues y descargues”.

Y aunque el viaje de regreso representa menos gastos, la ganancia final es mínima. “Son tres millones cuatrocientos en fletes al final del recorrido. Lo que dejamos de percibir en la bajada lo compensamos en la subida a Cartagena, más o menos son dos millones quinientos de gastos, entonces 0 nos quedan ochocientos a un millón de pesos para las otras cosas que tenemos que pagar”, explica la presidenta.

Combustible

Aproximadamente, los gastos de combustible representan el 33% del flete total. Los transportadores solicitaron al Gobierno la reducción de los costos de este insumo, y en efecto, la disminución fue de $300. Sin embargo, el directivo de ATC, Orlando Ramírez, declaró para Noticias RCN6 que “bajar $300 el precio de la gasolina y el diésel es una medida atípica para tratar de contrarrestar el movimiento camionero”.

No obstante, luego del paro, la ministra de Transporte, Natalia Abello, se comprometió a tratar en futuras reuniones el tema de los costos de los combustibles: “Establecimos el compromiso de hacer una reunión para discutir una propuesta sobre la posibilidad de que Ecopetrol refine para los transportadores”.

Esta propuesta fue promovida por los transportadores en reunión con la ministra Abello y se basa en la reducción del 65% en el costo de los insumos para la producción del crudo, lo que debería verse reflejado en el valor del diésel y ACPM, principales tipos de combustibles para vehículos de carga. El gremio transportador también quiere que el combustible se refine con “el galonaje requerido por el sector y lo establezca a precio de Colombia”, así lo aseguró el presidente de la Asociación Nacional de Transportadores (ANT), seccional Magdalena8, Héctor Mauricio Reyes.

Peajes

Para COLFECAR, los peajes son de los más costosos del mundo y representan el 11% de la totalidad de los costos operativos para el transporte de carga9. Por ejemplo, en comparación con los otros países que conforman la Alianza del Pacífico, en Colombia se paga seis veces más que en Chile, y tres con respecto a Perú.

Un transportador determina el costo de los peajes dependiendo de tres factores: la distancia entre puntos de cargue y descargue, el número de peajes entre este tramo y el valor determinado por los consorcios encargados de cada peaje. En relación con esto, Alfonso Caraballo asevera: “Una mula en una sola pasada por el peaje de Mondoñedo paga unos 65 mil pesos, si eso lo promediamos en una distancia Bogotá – Buenaventura, que tiene 12, tendríamos que pagar un valor total de 780 mil. Este valor lo doblamos en el regreso”.

Después de que el Instituto Nacional de Vías (INVÍAS) estableciera un aumento del 3,66% en el valor de los peajes para 2015 –medida que rige desde el 16 de enero–, los gremios del transporte alegan que este no es aumento unificado, ya que cada consorcio establece su propia tarifa, lo cual incrementaría mucho más los gastos. No obstante, es importante señalar que este aumento se hace con el propósito de financiar el desarrollo de las vías 4G.

Otros factores

El mantenimiento mecánico y la chatarrización son de los factores que afectan la economía del sector. Alfonso Caraballo explica:

“Las empresas le exigen a uno que cambie el carro cuando el cliente así lo pide. Uno entiende eso porque el cliente paga una plata para que le transporten su mercancía, pero el transportador no está recibiendo el costo que al otro le están pagando, hay una diferencia que ellos manejan; entonces uno no tiene cómo reemplazar su carro porque los costos que establecen no dan margen económico para hacerlo”.

“El mantenimiento corre por cuenta del transportador, a menos que este sea causado por un accidente, pues la aseguradora le ayuda a disminuir los gastos. Sin embargo, este proceso puede ser difícil por el incumplimiento que hay en la reposición de los dineros.

“Los empresarios y el Gobierno dicen que un ‘parque automotor’ debe tener vigencia de 20 años, pero con las condiciones actuales uno en 20 años no recoge plata para comprarse un carro nuevo. Son 120 millones el solo chasis, aparte el cupo, carrocería, mantenimiento”.

En definitiva, aunque el sector del transporte de carga atraviesa por una serie de cambios propuestos por el Gobierno, a fin de enfrentar los nuevos retos logísticos e infraestructurales que tiene el país, sus principales actores, los transportadores, aún tienen una serie de reparos a la forma como se están implementando, principalmente, porque sus ganancias son menores al esfuerzo que demanda su trabajo.

Fuente: Revista de logística