Piénsatelo dos veces

El consumo de alcohol constituye el factor de riesgo más importante de accidente de tráfico. El alcohol es una droga depresora que, incluso en pequeñas dosis, influye negativamente en la conducción, ya que perturba las aptitudes del conductor. El alcohol deteriora la capacidad de conducir y por eso, cuanto más alcohol se concentre en la sangre, más aumentan las posibilidades de sufrir un accidente mortal o de padecer secuelas e incapacidades permanentes.

El alcohol etílico se distribuye de forma uniforme por todos los tejidos y fluidos del organismo, excepto en la grasa. El hígado es el encargado fundamentalmente de eliminar el alcohol. Pero el proceso de desintoxicación etílica es mucho más largo que el de intoxicación.

Así por ejemplo, un varón sano de 70 kilogramos de peso que haya rebasado el límite de 0,5 g/l de alcohol en sangre, necesitará cerca de 5 horas para eliminar el alcohol en su totalidad, pues la velocidad de eliminación es de 0,15 a 0,20 g/l por hora. Para 1,2 g/l, llevaría unas 8 horas eliminarlo totalmente.

Los síntomas según la concentración de alcohol en la sangre son:


Las cantidades de alcohol ingeridas no afectan de la misma forma a todas las personas sino que depende de factores como la edad, la constitución física del conductor, si se ha bebido en ayunas o durante las comidas, ritmo de consumo y otras muchas variables. Todas estas condiciones modifican la velocidad de aparición del alcohol en la sangre. Por eso es importante que seamos conscientes que si se ha ingerido alcohol, no se puede conducirYa no hay excusas. 
Fuente: fundacionmapfre