BASC ha concebido su Sistema de Gestión
en Control y Seguridad SGCS de tal manera que puede ser integrado con otras
normas o programas, los cuales han sido tomados como referencias, entre ellos,
la norma ISO 9001. Por lo cual, es importante estudiar la actualización de
dicha norma, cuya publicación se hizo en el
septiembre pasado, con el fin de
identificar si los cambios propuestos se conjugan con el propósito de BASC.
Uno de los cambios o novedades que más
resalta cuando hablamos de la revisión de esta norma es que pide considerar los
riesgos de la empresa, y su tratamiento después del análisis. Se requiere un
análisis exhaustivo de los riesgos que involucre todos los aspectos de la
organización, lo que convierte a BASC en una plataforma para la integración de
los sistemas de gestión, pues no solo contempla todos los procesos
organizacionales, sino que se muestra orientador ante la gestión del riesgo en
la cadena de valor.
Adicionalmente, la nueva norma no
incluye la cláusula en la que la alta dirección está obligada a designar un
representante de la gestión de la calidad. Este cambio significa que la alta
gerencia adopte un papel más proactivo en la gestión de la calidad y de la
seguridad. En el futuro, la alta dirección deberá tomar más responsabilidades
para garantizar un sistema de gestión más eficaz.
Como la nueva norma concede más
responsabilidad a la alta dirección, la función del representante BASC será más
crucial. Su labor deberá estar estrechamente enlazada con la planificación
estratégica, con el Sistema de Gestión en Control y Seguridad, y en la medida
de lo posible, con la dirección
corporativa. Para conseguir este objetivo, las organizaciones deberán definir
claramente los papeles y responsabilidades de los gerentes, de los ejecutivos y
de los representantes BASC en el campo de la gestión moderna.
En mayo de 2014, durante el primer
encuentro de Representantes BASC, se estableció el Acuerdo de
Responsabilidades, compromiso firmado y avalado por los participantes, y
reafirmado en 2015. Los invito a releerlo y encontrarán que ya se vislumbraba
el papel protagónico que deben cumplir en sus organizaciones.
Para garantizar que el Sistema de
Gestión en Control y Seguridad forme parte de los cimientos de la organización,
la alta dirección debería revisar su modelo de gestión y ajustarlo a acciones y
procesos de gestión del riesgo efectivos en todos los niveles de la
organización.
En conclusión, todas aquellas
organizaciones en las que los representantes BASC siguen actuando como
“caballeros solitarios” deberán realizar, sin lugar a dudas, una seria
reflexión para fortalecerlos y permitirles cumplir con el papel de faros
conductores en la gestión del riesgo; y estos, están en el deber moral de
asumir el reto que la vida les plantea.
Fuente: Basc Antioquia