Hacia una transformación de la cultura


“Cuando existe conexión entre la mente-inteligencia y el corazón-voluntad se genera la conciencia, que es un espacio sagrado en el ser humano porque con la conciencia discernimos, el ser humano no toma decisiones solamente con la mente sino que las toma en el equilibrio de la mente y el corazón. Lo mismo pasa en nuestras organizaciones en donde no solamente basta con hacer un buen análisis de contexto o de pertinencia, con saberse muy bien la Norma o tener claros los roles de la alta dirección o de los cargos operativos. Será necesario que la organización sea humana y que siendo humana también tenga equilibrio entre el análisis de pertinencia y el deseo de que con la misma se quiera construir al ser humano. En ese momento la organización hará clic, la empresa será una empresa humana con identidad y con claridad de cuál es su lugar en la sociedad. Resulta que cuando hay conciencia se podrá hacer una toma de decisiones libre y se asume la responsabilidad tanto social como empresarial; que es la toma de conciencia social”. Afirma Rafael Bejarano Rivera.


El hecho de aplicar a las Normas nos está generando una toma de conciencia primero como seres humanos hacia la responsabilidad del manejo de la libertad; segundo como organización o colectivo debido a que aplicar a la Certificación BASC y saber gestionar el riesgo me hace responsable con la sociedad: “para qué medir el riesgo si no somos constructores de seres humanos”; y tercero dinamización y cambio en la sociedad que nos lleva a la transformación.

Los seres humanos somos históricos por ser espacio temporales, y esa condición diferenciadora nos permite construir organizaciones dinamizadoras de la historia a través de la cultura y de los tipos de relaciones e interacciones que se gestan entre nosotros como sistemas éticos, que se convierte en el camino de transformación cultural cuando en mi posición de ciudadano comprendo que tengo un rol importante en el quehacer social y por ende hago conciencia de los valores que estoy viviendo y aplicando.

Valores que se fortalecen en la interacción y en el interés de organizaciones que resaltan la importancia del ser como eje fundamental de los procesos y de las buenas prácticas en todos los niveles, dando relevancia al corazón que nos une a todos y que nos lleva a la profundización de la existencia y de la responsabilidad, que se simplifica en la toma de conciencia del rol social tan importante que en estos momentos estamos cumpliendo al ser parte de un sistema que nos compromete en la transformación de la cultura.

Fuente: Basc Antioquia