Aunque
la infraestructura latinoamericana ha tenido grandes avances, aún presenta
falencias en cuanto a conectividad terrestre, infraestructura de puertos y
terminales aéreos; además, no presta servicios logísticos de estándares
internacionales, necesarios para la competitividad y el rendimiento económico.
Este retraso tiene una gran variedad de causas y consecuencias particulares,
según la nación que se mire.
El
Baco de Desarrollo de América Latina (CAF), a fin de fortalecer las capacidades
logísticas de la región, elaboró el informe La infraestructura en el desarrollo
integral de América Latina, en donde señala que “unos pocos países
recientemente desarrollados, como Singapur y Corea, o en desarrollo, como China
y los Emiratos Árabes, están avanzando en la construcción de operadores
globales. En América Latina, con la excepción posible de Chile, no se están
consolidando jugadores globales, mientras que las empresas globales están
ampliando su presencia en los mercados locales de servicios logísticos a través
de compras de empresas existentes y de ampliación de sus capacidades”.
Pese
a todo, varios estados de la región se han preocupado por invertir en infraestructura
logística de calidad, pues el impacto que este aspecto genera en el
posicionamiento competitivo de talla internacional es indudable.
LA
COMPETITIVIDAD NO SE PUEDE QUEDAR ATRÁS
Es
importante insistir en que el desarrollo y mejoramiento de la infraestructura
debe ir acompañado de servicios logísticos de calidad. Hoy por hoy, el
crecimiento de varias multilatinas y la constante llegada de multinacionales de
reconocida trayectoria están generando nuevas oportunidades para empresas de
servicios logísticos en los países emergentes. Estas compañías cuentan con la
ventaja de ‘jugar de locales’, lo que les permite atraer y al mismo tiempo
crear nuevas plataformas de servicios de acuerdo con las necesidades de los
clientes. A futuro, esta circunstancia podría permitirles salir a competir a
los mercados internacionales.
Actualmente,
son varias las empresas de servicios logísticos de origen latino que están
generando propuestas para integrar a la región, a fin de consolidar capacidades
logísticas que favorezcan el comercio exterior y el desarrollo de sus empresas
exportadoras. De otro lado, el estudio del CAF también señala que “estos
resultados de la primera década del siglo XXI han dado lugar a un cierto
triunfalismo en los círculos dirigentes de América Latina, que se ha reforzado
con la crisis de los países desarrollados a partir de 2008. Según este punto de
vista, esta será la ‘década de América Latina’, la que permitirá llegar al
desarrollo sostenible”.
Como
punto de referencia es importante conocer las razones por las cuales algunos
países europeos, Estados Unidos, países escandinavos y de Oceanía, se han
mantenido en los primeros lugares de competitividad. Entre las principales
figuran su alto nivel de tecnología, el uso y constante renovación automotriz,
el impulso a la creación de conocimiento enfocado al desarrollo logístico en
sus universidades, fortalecido mediante departamentos de innovación en las
empresas.
En América Latina
y el Caribe, los costos logísticos oscilan entre el 18% y el 35% del valor del
producto (e incluso más en el caso de las pequeñas y medianas empresas, donde
se acerca al 45%)
LOS
PRINCIPALES OBSTÁCULOS
Varios
diagnósticos realizados recientemente por el Banco Mundial (2013), el Banco
Interamericano de Desarrollo (2013), la Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (2014), el Banco de Desarrollo de América Latina (2013), entre
otros, señalan que América Latina presenta indicadores de baja competitividad,
incluso en comparación con otros países emergentes. Un ejemplo de estos
estudios es el último informe de la CAF, el cual señala que “América Latina es
un gran exportador de granos, pero sus puertos exportadores, especialmente en
Argentina y Brasil, están saturados, el transporte es predominantemente vial y
la infraestructura de acceso es mediocre. Como resultado, se pierde una parte
importante del precio CIF en costos de fletes y de transporte interno que no
benefician a los productores y se encuentran cuellos de botella crecientes para
expandir las exportaciones”.
Adicionalmente,
no hay que olvidar que la región ha ido aumentando progresivamente sus
exportaciones de minerales (Chile, Colombia, Perú, Venezuela, entre otros), lo
que representa una mayor demanda de puertos marítimos y vías rurales terciarias
(zonas de poco acceso) y el mejoramiento de las principales carreteras. Aunque
algunos países sí han invertido en infraestructura (no de manera organizada),
no todos lo han hecho al mismo ritmo. Por ejemplo, Colombia solo cuenta con 900
kilómetros de dobles calzadas y cinco puertos principales; en comparación con
Chile, que cuenta con 1.500 km y 32 puertos, es superado en un 170%.
No
obstante, y pese a la falta de atención de algunos estados, se puede evidenciar
un gran apoyo de empresas del sector privado que han querido suplir estás
falencias y han generado asociaciones público-privadas. Claro está que en
algunas ocasiones esto ha llegado a generar conflictos sobre el derecho al
acceso de terceros (competidores).
ÍNDICE
DE DESEMPEÑO LOGÍSTICO
Una
forma clara para conocer cómo está cada país latinoamericano es el Índice de
Desempeño Logístico (LPI por sus siglas en inglés), creado en el 2007 por el
Banco Mundial. La Cámara de Grandes Usuarios de Servicios Logísticos de la
ANDI, en su Boletín Informativo de marzo de 2014, presenta este Índice como una
herramienta de evaluación comparativa interactiva creada para ayudar a los
países a identificar los desafíos y oportunidades que enfrentan en su desempeño
en la logística del comercio y lo que pueden hacer para mejorar su rendimiento.
Alemania, Holanda,
Bélgica, Reino Unido y Singapur obtuvieron los primeros lugares en el Índice de
Desempeño Logístico. Alemania obtuvo una calificación de 4.12, mientras que la
puntuación más baja la tuvo Somalia con 1.77.
Según
el último análisis realizado al LPI por parte de la Cámara de Grandes Usuarios
de Servicios Logísticos, el desempeño logístico de los países de la región se
mantiene estancado desde 2007: ningún país latinoamericano supera el puesto 40
en el ranking mundial, y el valor mediano de las posiciones de toda la región
ha ido descendiendo levemente. En términos porcentuales, a partir del valor
obtenido por los líderes mundiales (Singapur o Alemania, según los años), el
país latinoamericano con mejor desempeño se ubica en el 70% del nivel del
líder, y la mediana de la región en el 55%, con una tendencia decreciente. El
Banco de Desarrollo para América Latina señala en su informe La Infraestructura
en el Desarrollo Integral de América Latina (2013), que si bien la dotación
física es importante, también se deben tener presente las siguientes
dimensiones:
- Procesos administrativos, aduaneros, legislaciones laborales, reglamentaciones arancelarias, entre otros, que tienen impacto sobre la eficacia y velocidad de los flujos de transporte, y permiten una mejor utilización de la infraestructura disponible, así como una mejor calidad de servicio y reducción de costos para los usuarios.
- Disponibilidad de operadores de transporte y de servicios logísticos que sean empresas sólidas, sostenibles y con capacidad de adquirir tecnologías y procesos de alto nivel, para ofrecer servicios logísticos de alta calidad.
- La integración económica entre los vecinos, a través de tratados de libre comercio (Mercosur, Alianza del Pacífico, Comunidad Andina, ALBA y Triángulo del Norte) que mejoren la circulación y animen a los diversos sectores a invertir. Es fundamental tratar de crear un solo bloque económico; una tarea difícil y muy compleja debido al número de tratados que existen y que están compitiendo entre ellos.
Finalmente,
es prioritario tener en cuenta que mientras Latinoamérica trata de hacer
grandes inversiones y esfuerzos por alcanzar el potencial competitivo de
algunos países occidentales como Estados Unidos, Europa o el Reino Unido, estos
seguirán avanzando y consolidando sus posiciones históricamente dominantes,
mediante mejoras en sus infraestructuras y sistemas operativos. Esto implica
que más allá de tener como meta igualarlos o alcanzarlos, se debe innovar en
campos que no son muy fuertes en otras latitudes y que se pueden explorar en la
región.
“Chile se muestra
como la economía latinoamericana más desarrollada en el Índice de Desempeño
Logístico, salvo por su desempeño en comercio exterior”, Cámara de Grandes
Usuarios de Servicios Logísticos.
Fuente: revistadelogística